domingo, 11 de octubre de 2009

DESDE MIS ADENTROS

El tictac del reloj levemente mi alma mina,
y con cada hora que marca mi corazón fulmina;
mirando hacia el cielo buscando un rápido escape,
antes de que mi voluntad frente a ti me falle.

Todo al mi alrededor marcha en perfecto sincronismo,
me hace parecer que estoy fuera de mi mismo;
como barco que pierde su rumbo a causa del viento,
presiento que si me quedo aquí esperando moriré lento.

Transcurren los días sumidos en un silencio profundo,
llegan las noches y estás en mi mente a cada segundo;
quisiera matar de una vez tu recuerdo tan letal,
olvidar como suena tu voz porque todavía me hace mal.

Lo que hubo entre tú y yo dudo llamarlo lo nuestro,
tal vez aquello no fue más que un coincidencial encuentro;
fue muy estúpido de mi parte aferrarme a una ilusión,
para tener que llevarme en mi vida la más grande decepción.

Seguiré intentando hasta hallar el llamado amor verdadero,
me aseguraré de elegir bien y que mi tiro sea certero;
volveré a entregarme todo, no escatimaré,
y si resulto herido otra vez, sanaré.