Ya ha pasado un año desde tu partida y me parece que fue ayer que escuché tu risa, qu eliminaba el silencio de mi habitación.
Ha pasado un año desde que te fuiste y me parece que fue ayer que cantabamos juntos aquella canción, nuestra canción.
El tiempo ha transcurrido tan rápido. que en tan sólo un parpadeo desapareciste, en un segundo te esfumaste y me dejaste.
Me haz hecho tanta falta que ya no le encuentro sentido a nada, sé que no quisieras verme así, pero no puedo evitar recordarte y llorar en cuanto cierro mis ojos y veo tu cara, de inmediato baja una lágrima por mi mejilla.
En un día como hoy no he hecho más que acordarme de las cosas que hacíamos, visitar los lugares a los que ibamos, hasta he visto más de diez veces la película que tanto te gustaba.
No he encontrado otra persona igual a ti, y sé que nunca la hallaré. Me he topado con algunas personas parecidas, pero están lejos de mi, si al menos una de ellas estuviera cerca, tal vez me doliera menos el hecho de que te hayas ido.
Es que fue tan sútil tu partida, que nio siquiera me di cuenta, fue tan silenciosa, que no me advirtió que ya no volverías.
Tan implacable fue tu pertida, que aun me pregunto por qué Dios no me dió el tiempo tomarte de la mano y decirte lo que significabas para mí, por qué Dios no me dió el tiempo de decirte GRACIAS.
sábado, 30 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario