Te encontré cuando lo tenía todo perdido,
cuando todo lo que contruí lo hacía destruido.
Llegaste a indicarme el camino,
a guiarme en la vida, a cambiar mi destino.
Me ayudaste a levantarme cuando caì derrotado,
me sacaste de las llamas, me salvaste de ser abrasado.
Hiciste que renaciera en mí la esperanza,
y fue gracias a ti que recuperé la confianza.
He descubierto el significado de la palabra amistad,
he comprendido al fin el hecho de jurar lealtad.
Sin duda, mi mayor acierto fue el haberte conocido,
de hablarte aquel día jamás estaré arrepentido.
Nadie nunca había puesto tanta atención en mì,
sin proponertelo me obligas a que me acuerde más de ti.
Estoy seguro de que no tendré que decir que me equivoqué contigo,
por eso una vez más te doy las gracias por estar conmigo.
lunes, 26 de enero de 2009
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