Te devuelvo todas los atardeceres que presenciamos en la playa, y todos esos amaneceres que me sorprendieron dormido en tu cama.
Te regreso una a una las estrellas que me diste cada noche,
y también todos y cada uno de los besos dados antes y después de doce.
Quemo las fotos capturaron aquellos momentos que compartimos.
Destruyo las cartas y tarjetas que a mes a mesnos escribimos.
Te llamo para decirte que no quiero más nada de ti y que aunque fuiste alguien muy importante para mí.
Si conservo las cosas que me hagan recordarte, temo que jamás pueda superarte.
sábado, 20 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario